Translate

jueves, septiembre 20, 2012

En Busca de April·······································_Club de Lectura_

 En Busca de April _Elegy for April_
de Benjamin Black
seudónimo de John Banville



Autor: Benjamin Black
Editorial: Alfaguara. Madrid. 2011.
PP: 327
ISBN: 978-84-204-0688-6 
Traducción: Miguel Martínez Lague
Puedes comprarlo en:
Librería especializada


En Busca de April es la tercera entrega de las andanzas de Quirke, el forense dublinés de El Secreto de Christine y El Otro Nombre de Laura.
Tras su lectura sólo puedo añadir mi coincidencia absoluta con todos los que ya le han calificado como: el maestro de nuestros días.
Yo que siempre ando sedienta de Dublín, my land, he podido degustar el más delicioso de los paseos por él. Así ha sido y no de otra manera, cómo con sumo regocijo he podido corretear de nuevo por todas partes gracias a su diestra pluma, que describe, dibuja, acaricia y regala mi Dublín amado y añorado.
Son los años 50. Que se tornan tan actuales como pasados. Suspendidos en un tiempo que se prende para siempre del corazón.
Si yo soy fanática del género es porque siempre nos acerca e introduce de un modo absoluto en una sociedad y una ciudad que custodia esa sociedad, con sus defectos y virtudes. Y nos permite comprender su cultura y su modo de ser. 
Yo siempre digo que los autores de novela negra son antropólogos literarios, y como los científicos nos muestran un mundo con todas sus claves para que lo comprendamos.
Salvando siempre a la madre del género Ms Agatha Christie, es el caso de Manuel Vázquez Montalbán, Andrea Camilleri, Dona Leon, Robert B. Parker, Dashiell Hammett o P.D. James.
Eso es lo que yo adoro en un escritor de novela negra, además de la trama bien ligada que nos pueda abrir y luego cerrar.
Benjamin abre una ventana para nosotros en la que podemos entrar de la mano de Quirke a un mundo en el que latir y padecer y también sonreír.
En el que los personajes fluyen al compás de los vientos o contra ellos, vientos fríos y helados, a ratos llenos del hollín inevitable de las chimeneas. Y a otras brillante como el plumaje de las aves que lo surcan.
Un poema vívido capaz de atravesar la sordidez. Así es como entra la historia de April en nuestras almas.
Junto con unos personajes que ya se quedan con nosotros para siempre.
Yo me quedo con Benjamin-John como escritor de cabecera, junto a Wilde, Joyce, Yeats, por motivos emotivos y personales, y porque me ha llenado el alma de un placer que sólo yo sé.

Sinopsis:

Irlanda, años cincuenta. La misma niebla densa y desconcertante que cubre Dublín parece haber ocultado el rastro de la joven April Latimer. Cuando Phoebe Griffin se ve incapaz de recabar noticia alguna sobre su amiga, Quirke responde a su petición de ayuda y muy pronto los dos, junto con el inspector Hackett, comienzan la búsqueda. Mientras Quirke ve su sobriedad distraída por la joven y bella actriz Isabel Galloway, la familia de April silencia su desaparición ante el terror a un escándalo. ¿Por dónde comenzar a desenredar la enorme y compleja telaraña de amor celos, mentiras y oscuros secretos con la que April tejió su vida?

Benjamin Black: 
John Banville (Wexford8 de diciembre de 1945) es un novelista irlandés, "uno de los grandes talentos de la lengua inglesa",Premio Booker 2005. Escribe también novela negra bajo el seudónimo de Benjamin Black.
Desde muy joven —12 años— supo que quería ser escritor. Estudió en una escuela de los Hermanos Cristianos y en el colegio católico de San Pedro de Wexford.
En lugar de ingresar en la universidad, prefirió comenzar a trabajar y lo hizo en la compañía aérea Aer Lingus, que le permitía viajar por el mundo.
Más tarde se arrepentiría de esta decisión: "Un gran error. Debería haber ido a la universidad. Lamento no haber tomado esos cuatro años de emborracharse y enamorarse. Pero quería irme de mi familia. Quería ser libre".
Cuando regresó a Irlanda después de haber vivido en Estados Unidos en 1968 y 1968, se convirtió en periodista y entró a trabajar en el diario The Irish Press, donde llegó a ser subeditor jefe. Luego que este periódico desapareció en 1995, pasó al The IrishTimes. Es colaborador habitual de The New York Review of Books.
Publicó su primer libro en 1970, una recopilación de relatos titulada Long Lankin, a la que seguiría una serie de novelas, la primera de ellas Nightspawn que salió al año siguiente. Después vinieron Birchwood (1973), la llamada Trilogía de las revoluciones —compuesta por Copérnico (1976), Kepler (1981) y La carta de Newton (1982)— y cerca de una docena de novelas más, entre las que destacan El libro de las pruebas (1989), finalista del Premio Booker) y El mar (2005), que ganó el preciado galardón.
Banville es conocido por el estilo preciso de su prosa. Su ingenio y su humor negro muestran la influencia de Nabokov.
En 2006 aparece el primer libro de Benjamin Black: El secreto de Christine, a la que le han seguido otras cuatro novelas negras.
Sobre su desdoblamiento como escritor, ha dicho: "El arte es una cosa extraña. Bajo el sombrero de Banville puedo escribir 200 palabras al día. Un día decidí que podía convertirme en otro y bajo ese segundo sombrero, en esa segunda piel, puedo irme a comer tras haber escrito un millar de palabras, tal vez 2.000, y disfrutar con ello. Es increíble descubrir cómo otro tipo puede vivir tu vida y usar tus manos y deleitarse con eso. Escribir es un trabajo peculiar... Escribir es como respirar. Lo hago por necesidad. Por mi propia boca, y ahora también por la de Black"
Para Banville, que también ha escrito piezas de teatro, su oficio tiene mucho de samurai: "Tener el valor, sabiendo previamente que vas a ser derrotado, y salir a pelear: eso es la literatura"

2 comentarios:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Em sembla Isabel que quan un s'enamora de les seues arrels, ja siguen d'un país o de dos o fins i tot d'alguns, s'enamora d'ell mateix, però no en el sentit narcissista sinó tot el contrari, des del d'aquell que s'estima i així pot estimar el món.

Una abraçada i si pots et passes pel meu bloc que tinc una disculpa per a tu i els lectors, un petó d'amic de

Vicent

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Passat si tens temps Isabel pel meu bloc que tinc una explicació al que poguera haver tingut de contradictori o fosc l'article anterior.

Una abraçada a tots, familia sobretot i família teatral i a tu.

Vicent